Todavía somos presas de nuestros deseos más pendejos, de nuestros miedos. Como meros títeres ¿lo ves? Sin mucha dirección, porque el viento sopla fuerte y si te resistes te voltea, pequeño bote pesquero. Pequeño bote de redes, dudando siempre sobre quién eres y de qué se trata todo esto.